Zancadillas, paripé, saraó, es lo
suyo, es lo que tiene, ese disgusto, en quince minutos se pueden hacer
muchas cosas, la vida de la masa, nadie mas en el mundo me dejaría
comer este bocata tanto como Pepe, en la próxima vida seremos gatos,
con algo de golfería en el cuerpo, qué
hace una botella de vodka vacía en mi bolso? Pero... qué hago en
Francia? Dónde está Ana Reverte? Y, quién es el ruso que conduce esta
furgoneta?
(Peregrina), no puedo disponer de dinero y estoy aquí aburrídisima y
todo, guiños a tu nariz, todo ese camino no va a hacerse solo, háganle
un monumento pero ya a este tipo, me han dejao como a un niño con los
pantalones bajáos, te acordás?, a la sombra del camino se juntaron dos
conejos, libertad para las gallinas ahora!...
Tendría tantas frases y palabras por y para escribir que me echaría días escribiendo esta entrada. Honestamente no se me vienen más a la cabeza porque de fondo tengo la inspiradora pelea de kickboxing que mi marido contempla hace horas, incansablemente y feliz con su panza bocarriba. (No es fácil ejercicio).
Por lo tanto, también confieso que llevo días tratando de escribir, de sentarme y redactar algo con sentido que no sea un horóscopo de 160 letras. Divertido, lo sé, pero esa pobre gente allá fuera no sabe que las cosas del destino no siempre las determinan las estrellas y los planetas, si no, la buena disposición de mucha gente que solo quiere comprar muebles y comer pistachios. Y cobrar su sueldo. Como yo por ejemplo, que me la paso pensando en frutos secos y en momentos libres como este para poder sentarme y escribir. Escribir que tiene mucho y le sobra tanto. (Acabo de ganar Steve Struve en la pelea de Kickboxing que ve Yon. Ahora me puso una película Argentina, a ver si pienso más bonito y escribo con más sentido).
Decía que el escribir era un privilegio, me puse a buscar en Google algún dato científicamente importante sobre el ejercicio de escribir (juro que Yon me ha puesto Ballet en la tele. Lo juro por Dios) y todo lo que encuentro son puros blogs como el mio. De gente que se obliga a redactar para no perder la costumbre.
Por eso lo hago yo, para no morir nunca.
Me quedo con las frases.
Hasta pronto.
No me déis más disgustos por Dioh.
Tendría tantas frases y palabras por y para escribir que me echaría días escribiendo esta entrada. Honestamente no se me vienen más a la cabeza porque de fondo tengo la inspiradora pelea de kickboxing que mi marido contempla hace horas, incansablemente y feliz con su panza bocarriba. (No es fácil ejercicio).
Por lo tanto, también confieso que llevo días tratando de escribir, de sentarme y redactar algo con sentido que no sea un horóscopo de 160 letras. Divertido, lo sé, pero esa pobre gente allá fuera no sabe que las cosas del destino no siempre las determinan las estrellas y los planetas, si no, la buena disposición de mucha gente que solo quiere comprar muebles y comer pistachios. Y cobrar su sueldo. Como yo por ejemplo, que me la paso pensando en frutos secos y en momentos libres como este para poder sentarme y escribir. Escribir que tiene mucho y le sobra tanto. (Acabo de ganar Steve Struve en la pelea de Kickboxing que ve Yon. Ahora me puso una película Argentina, a ver si pienso más bonito y escribo con más sentido).
Decía que el escribir era un privilegio, me puse a buscar en Google algún dato científicamente importante sobre el ejercicio de escribir (juro que Yon me ha puesto Ballet en la tele. Lo juro por Dios) y todo lo que encuentro son puros blogs como el mio. De gente que se obliga a redactar para no perder la costumbre.
Por eso lo hago yo, para no morir nunca.
Me quedo con las frases.
Hasta pronto.
No me déis más disgustos por Dioh.
Mi favorita "Por eso lo hago yo, para no morir nunca"
Posted by: Leiapr | 03/05/2010 at 01:04 PM